lunes, 18 de mayo de 2009

Un Padrenuestro Latinoamericano

Mario Benedetti

Padre nuestro que estás en los cielos
con las golondrinas y los misiles
quiero que vuelvas antes de que olvides
cómo se llega al sur de Río Grande
Padre nuestro que estás en el exilio
casi nunca te acuerdas de los míos
de todos modos dondequiera que estés
santificado sea tu nombre
no quienes santifican en tu nombre
cerrando un ojo para no ver las uñas sucias de la miseria
en agosto de mil novecientos sesenta
ya no sirve pedirte
venga a nos el tu reino
porque tu reino también está aquí abajo
metido en los rencores y en el miedo
en las vacilaciones y en la mugre
en la desilusión y en la modorra
en esta ansia de verte pese a todo
cuando hablaste del rico la aguja y el camello
y te votamos todos por unanimidad para la Gloria
también alzó su mano el indio silencioso
que te respetaba pero se resistía a pensar hágase tu voluntad
sin embargo una vez cada tanto
tu voluntad se mezcla con la mía
la dominala enciendela duplica
más arduo es conocer cuál es mi voluntad
cuándo creo de veras lo que digo creer
así en tu omniprescencia como en mi soledad
así en la tierra como en el cielo
siempre estaré más seguro de la tierra que piso
que del cielo intratable que me ignora
pero quién sabe no voy a decidir que tu poder se haga o se deshaga
tu voluntad igual se está haciendo en el viento
en el Ande de nieve en el pájaro que fecunda a la pájara
en los cancilleres que murmullan 'yes sir'
en cada mano que se convierte en puño
claro no estoy seguro si me gusta el estilo que tu voluntad elige
para hacerselo digo con irreverencia y gratitud
dos emblemas que pronto serán la misma cosa
lo digo sobre todo pensando en el pan nuestro
de cada día y de cada pedacito de día
ayer nos lo quitaste dánosle hoyo al menos el derecho de darnos nuestro pan
no sólo el que era símbolo de Algosino el de miga y cáscara
el pan nuestro ya que nos queda pocas esperanzas y deudas
perdónanos si puedes nuestras deudas
pero no nos perdones la esperanza
no nos perdones nunca nuestros créditos
a más tardar mañana saldremos a cobrar a los fallutos tangibles
y sonrientes forajidos a los que tienen garras
para el arpay un panamericano temblor con que se enjugan la última escupida
que cuelga de su rostro
poco importa que nuestros acreedores perdonen
así como nosotros una vez por error
perdonamos a nuestros deudores
todavía nos deben como un siglode insomnios y garrote
como tres mil kilómetros de injurias
como veinte medallas a Somoza
como una sola Guatemala muerta
no nos dejes caer en la tentación de olvidar o vender este pasado
o arrendar una sola hectárea de su olvido
ahora que es la hora de saber quiénes somos
y han de cruzar el río el dólar y su amor contrarrembolso
arráncanos del alma el último mendigo
y líbranos de todo mal de conciencia
amén.
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