Llena de contradicciones inevitables, entre lo que soy y lo que debería de ser;
en mí habitan diversas mujeres con las que libro batallas diarias.
Subversiva, pasional, analítica, manipuladora, cazadora, romántica, contestataria, atrevida.....
Una agrede a la otra.
Pelean, exigen y presionan hasta lograr reacción de este ser que soy yo
y que a veces no tiene ganas de pelear;
Que a veces sólo quiere ser, en paz.
Estas mujeres son herencia de mi vida. Algunas impuestas por mi cultura, otras nacieron en momentos difíciles y emocionantes.
Me sacuden.
Son mi herencia. Son mi problema.
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¿Y por qué no olvidarlas y ser de nuevo nadie cada día? Sin herencia, sin problema.
ResponderEliminarUn saludo muy cordial.