Un buen día de primavera me empezó a atacar, sutilmente pero eficaz.
Empecé a buscar remedios, medicinas, tratamientos......era más de lo mismo..
Qué pasaba? Qué me estaba tratando de decir?
En la búsqueda de la solución, encontré una respuesta. La verdad es que tengo
la mente llena de pendientes, de preguntas, de angustias. Últimamente he mantenido
un diálogo negativo conmigo misma. Me recrimino, critico y juzgo (24/7). Son toxinas. Soy tóxica.
En mi cuerpo las toxinas son las palabras negativas que me doy de comer.
Las mastico, las trago, viajan por mi organismo queriendo atacar lo demás. Luego salen
a la superficie, feas, grandes, insorpotables.
Me veo al espejo y las puedo ver
escritas en mi cara.
Las malditas encontraron las forma de presentarse ante mí,
soberbias y desafiantes.